Acerola: Planta medicinal originaria de América del Sur particularmente rica en vitamina C (20 a 40 más que la naranja). Reconocida como un potente anti-oxidante para la piel, esta vitamina C hace de este extracto de acerola un activo de alta calidad elegido en los tratamientos anti-edad. La acerola es también una fuente natural de minerales (beneficiosos para las pieles estresadas y cansadas), de musilagos y de proteínas, sustancias con propiedades hidratantes interesantes para la piel.

Té verde: Contiene una concentración importante de flavonoïdes y de polifenoles, verdaderos destructores de radicales libres, moléculas responsables del envejecimiento cutáneo. El té verde es conocido también por sus propiedades astringentes, tonificantes y calmantes.

Espino amarillo: Presenta la particularidad de reunir numerosos activos interesantes para la piel (vitaminas tales que la vitamina C, provitamina A, vitaminas de los grupos B,E, F y P, minerales, antioxidantes, azucares…). A parte de esta composición, sus aplicaciones en cosmética anti-edad son numerosas: tratamiento anti-radicales,
calmantes, tensores, reparadores.

Vid roja: Contiene compuestos (antocianines) conocidos por sus efectos tonificantes. Astringente, la vid roja participa también en el cierre de los poros dilatados, lo que contribuye en afinar la textura de la piel.